lunes, 25 de agosto de 2008

2º Etapa: Belorado - Hontanas

Fecha: 25 de Agosto de 2008
Etapa: Belorado - Hontanas
Km: 82.7 según la guía, 90 km según mi cuentakilométros
Hora de salida: 7:13
Hora de llegada: 14:30
Etapa realizada entera por la senda del camino.

Me levanté sobre las 6.15, siendo uno de los últimos en abandonar la cama. Toda la gente que dormía en mi habitación eran caminantes, y suelen salir bastante antes para aprovechar las primeras horas de la mañana y evitar el sol, pero en bici es algo más complicado, aunque lleves luz. En el albergue ofrecían desayuno por 2 o 3 euros, pero llevaba fruta y alguna barrita del día anterior, y decidí comérmela antes de salir. Me encontré con Vicente en las escaleras, pero él si decidió desayunar y además pensaba ir hoy tambien relajado, así que desayuné y di la primera pedalada a las 7:13, aún un poco de noche por que el día amanecía nublado.

La etapa de hoy la podemos dividir en 2 partes bien diferenciadas (probablemente lo mejor y lo peor del camino). Una hasta San Juan de Ortega, con el bosque de robles de los Montes de Oca por el medio; y otra hasta Hontanas, con la travesía de Burgos entre coches y la posterior meseta burgalesa entre trigales y un sol de justicia.

Se sale dirección hacía la nacional, que se cruza y continuas por el andadero habitual del final de la etapa anterior, dejando atrás los viñedos y comenzando con los trigales que tanto nos cansaremos de ver durante el último tramo del día de hoy. Se atraviesan diversos pueblos, todos ellos pequeñitos: Tosantos, Villambistia (cuya iglesia está en la foto) y Espinosa del Camino.

El siguente pueble es Villafranca Montes de Oca, dónde cambia radicalmente el perfil de la etapa; un maravillo bosque de Robles que me acompañó hasta San Juan de Ortega.

Una durísima cuesta por detrás del hospital te lleva a los Montes de Oca. Desde abajo ves que empieza en asfalto y gira en un momento,pero no, las flechas te marcan el camino hacía una cuesta de tierra, que yo no pude completar entera sobre la bicicleta. Se sube como unos 3-4 km con desniveles importantes (yo iba con plato pequeño, piñón grande: 1X1) y se me hizo muy duro. Hay falsos llanos y llega un momento que parece que has coronado, comenzando un fuerte descenso, con muchas piedrecitas, pero que conseguí bajar entero montado en la bici, pero con un tremendo dolor en las manos de sujetar los frenos. Al llegar abajo, cruzas un riachuelo y de frente te encuentras con un muro, literal, que no hay quién suba montado, y que me costó incluso subirlo andando (unos 50-100 metros). Una señora que empezaba a la vez que yo me dijo "no te envidio para nada"; eso son animos........

Un poco más adelante, y sobre las 9 de la mañana, coronas, y empieza la parte más divertida del día de hoy, con amplios caminos, primero en llano y luego en larguísima bajada hasta San Juan de Ortega.
A pesar de la dureza y la niebla que había, merece mucho la pena realizar el camino por esta ruta y no por la carretera. Este tramo desde Villafranca hasta San Juan de Ortega ha sido probablemente el momento que más he disfrutado de la bici, por el bosque tan bonito, el camino, poder pedalear a todo trapo por camino, lejos de la carretera,.....

Llegúe a San Juan de Ortega sobre las 9:20, dónde sellé la credencial en el bar que hay al lado de la iglesia (que aparece en la foto), y un poco más adelante tienes una señal dónde se divide el camino. Una opción es por el andadero pegado a la nacional hasta Burgos, y otro ir por camino en dirección a Atapuerca.
Me decicí por la opción de Atapuerca, por que aunque diera algo más de vuelta, prefería seguir el mayor tiempo posible por el camino (al pasar la colina que hay después de Atapuerca, me arrepentí de la opción).
La ruta sigue 2 o 3 km por camino, y luego por carretera hasta Atapuerca. Había un pequeño museo en la carretera, pero decidí seguir adelante. Pasado el pueblo, sale a la izquierda una carretera hacía la serranía y un campo de tiro. Es una zona de encinas, pero dónde hay multitud de grandes piedras que dificultan el ir en la bici (al menos para mi escasa técnica), así que hice unos 10 minutos a pie. Una vez coronas (cruz que aparece en la foto con piedras a sus pies, tratando de emulas las costumbres de los milladoiros, hitos dónde los caminantes lanzaban piedas para conjurar maleficios o pedir protección), puedes ver desde la cima la ciudad de Burgos.
El comienzo de la bajada tambíen se hace compleja, pero si que completé en bici.

Desde aquí y hasta Burgos, todo carretera, pasando por un larguísimo póligono industrial.
Mirando la guia, he descubierto que pasado el pueblo de Orbaneja, hay un desvio hacía Castañares que lleva hasta Burgos por caminos agrícolas. Si volviera, optaría por probar ese camino, por que la carretera del polígono se hace muy larga y peligrosa.

Llegué a Burgos sobre las 11.30. La entrada a las grandes ciudades es siempre complicada, y en un momento perdí las flechas de vista. Pregunté a un señor, y me dijo que toda seguida la calle que viene del polígono, se llega a la Catedral. Para quien no la conozca, es parada obligada en el camino. Yo realicé aquí mi parada larga del día, unos 20 minutos frente a la Catedral.

La salida de Burgos se hace por carril bici pegado al rio, así que ante cualquier pérdida, es facil volver a encontralo.
Continuando el camino, se pasa por Villalbilla, Tardajos y Rabé de las Calzadas, dónde intenté sellar en albergue, pero estaba cerrado. Pasé rápido por estos pueblos, por que no tienen nada, y a la salida de este último empieza uno de los peores tramos de todo el camino; el tramo hasta Hontanas por la pedregosa meseta burgalesa, todo rodeado de trigales.
Nada más entrar en el camino, me encontré con una pareja de ciclistas italianos, de 60 años que estaban parados arreglando un pinchazo. Paré por si necesitaban algo, y acababan de arreglar el segundo pinchazo en una hora, pero lo llevaban con muy buen humor.
Pedaleé un ratillo con ellos, y me contaron que venían del norte de Italia, que era la primera vez que hacían el camino en bici, pero lo habían hecho varias veces andando, y que ahora llegaba una de las peores zonas del camino.
Después, decidí avanzar más deprisa y los dejé a su paso, "piano-piano", como dicen ellos.
Son 20 km hasta Hontanas que lo mejor es hacerlos a primera hora del día. Camino pedregoso, ni un sólo arbol, todo cuestas para arriba y para abajo, sin llanos.... se me hice bastante largo, y no me imagino como se les harían a la gente que veia andando. Se pasa por Hornillos del Camino, que en su calle principal tiene una tienda dónde compré unas nectarinas riquísimasssssss (supongo que el calor que hacía ayudaba a ello).
Sobre las 14:30 llegué a Hontanas, que como está en un valle, no se ve hasta que no estas encima.

El albergue: a pesar de que durante los últimos km te anuncian el albergue "El Puntido", decidí para en el albergue municipal que está en la misma calle, pero 30 metros más abajo. Cuenta con unas 50 camas (cuando yo llegué solo habia 3 personas), los colchones un poco blandos, 2 duchas con agua caliente (puertas de madera, y ningún lujo), máquina de bebidas, cocina y un saloncito muy chulo en la parte de abajo, dónde pude dejar la bici (fuí el único ciclista que durmió ese día en Hontanas).
El precio fué de 5 euros.

La comida: pude comer en un bar que hay en la plaza, pero que sólo les quedaba el menú del peregrino por 6 euros: sopa castellana y tortilla de verdura.

El pueblo: quizá fué la tarde más aburrida del camino, por que es un pueblo muy pequeño, todo alrededor de la iglesia y los albergues, y este día sin apenas españoles. Después de una siesta de un par de horas, bajé a tomar un cañita a uno de los 2 bares, y a dar un paseo. A última hora pude ver que a las afueras, por dónde continua el camino el día de mañana, hay una piscina municipal, que supongo habrá estado abierta todo el día.

Provisiones: no dispone de tiendas para comprar, lo único es un camión de ultramarinos que pasa por las tardes para poder comprar algo.

En otra ocasión, quizá comería en Hontanas y continuaría ruta hasta Castrojeriz, un pueblo más grande y bonito del que apenas nos separan 10 km.
A las 9.30 estaba durmiendo, esperando a que se acostaran los 30 portugueses que se presentaron a las 5 de la tarde en el albergue.

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